Un alto porcentaje de la basura domiciliaria es orgánica. Si le dieramos un tratamiento adecuado, esta podría reducirse en gran cantidad, lo que traería dos consecuencias muy buenas: bajar la basura que va a los vertederos, la cual termina transformándose en gas metano y contaminando no solo visualmente sino también contaminación del aire; y la obtención de compost o humus (tierra rica en microelementos y vida benéfica para el suelo). Si cada vecino reduce su basura, ayudaremos al medioambiente de manera considerable. Además el vermicompostaje transforma los residuos en recursos, ya que la tierra que se obtiene (humus) es una tierra viva muy importante para el desarrollo de la vegetación y mejora del sistema inmunológico de las plantas.

Esta entrega, se podría apoyar con clases via zoom para enseñar a los vecinos este proceso.